sábado, 30 de abril de 2011

domingo, 23 de enero de 2011

La coquetería es una propuesta de sexo sin garantía.

Antes de que piensen que el perrucho es cualquier caliente que anda buscando sexo por todas partes, quiero aclara que no es así. Ser perrucho es otro asunto. La coquetería es clave, probablemente la etiqueta básica en un perrucho es eso mismo: la coquetería. No hay razón alguna para pensar que esto significa montañas de mujeres u hombres.

¿Qué es la coquetería?

Me gusta mucho la definición que hace Milan Kundera en La insoportable levedad del ser:

"La coquetería es una propuesta de sexo sin garantía."
Es la definición más clara y directa que he encontrado. Para la RAE, no cambia mucho:


coquetería.
1. f. Acción y efecto de coquetear.
2. f. Estudiada afectación en los modales y adornos.
La RAE no tiene ganas de definir coquetería de manera directa, así que debemos buscar la definición de "coquetear":

coquetear.
(De coqueto).
1. intr. Tratar de agradar por mera vanidad con medios estudiados.
2. intr. Procurar agradar a muchos a un tiempo.
3. intr. En el juego amoroso, dar señales sin comprometerse.
4. intr. Dicho de una persona: Tener una relación o implicación pasajera en un asunto en el que no se compromete del todo o finge no hacerlo. En su juventud coqueteó con la política. Los acróbatas coquetean con la muerte.
Así podemos ver, en más ejemplos, lo que es la coquetería. Milan Kundera no inventó por sí solo una definición. También nos habla de una ausencia de compromiso. No hay garantías, no hay compromisos. Sólo señales. Lo que es cierto es que para evitar el "sufrimiento del perrucho" debemos ignorar la definición de la RAE, pues no nos da una clara imagen del tipo de "señales" que se dan en el juego amoroso. Éstas podrían ser señales de amor, o compromiso. No, el perrucho no debe darlas porque su víctima podría caer en un juego que nunca debió existir. 

En cuanto a los "medios estudiados". 

Hay que poner atención a las posibles víctimas del perrucho. No nos podemos acercar, como perruchos, a la susodicha víctima sin tener en cuenta quién es, cómo es, qué hace, dónde está y más allá de eso "QUÉ PIENSA". No todos tienen la habilidad de leer el pensamiento. Ni siquiera creo que exista persona en la tierra que la tenga, pero lo que sí es posible es la habilidad de deducir, que tal vez no sea lo mismo a adivinar, pero nos lleva cerca. Deducir, por definición es:


deducir.
(Del lat. deducĕre).
1. tr. Sacar consecuencias de un principio, proposición o supuesto.
2. tr. inferir (‖ sacar consecuencia de algo).
3. tr. Rebajar, restar, descontar alguna partida de una cantidad.
4. tr. Der. Dicho de las partes: Alegar, presentar sus pretensiones o defensas.
Veamos con esto que la acción de deducir no equivale a leer el pensamiento, pero no es tan difícil, después de haber hecho un pequeño estudio de la víctima, inferir o suponer lo que ésta piensa. Así es como se estudia el medio. Por medio de deducciones. Ya estudiado y comprendido el medio es mucho más fácil "coquetear". Inténtenlo, verán que es de gran ayuda usar el cerebro, más que el corazón. 

miércoles, 12 de enero de 2011

La atracción y el metahumano (a.k.a. el perrucho)

Existen dos formas básicas de atracción en un humano, pero hay una en específico que es la que hace que el perrucho se diferencie de cualquier otro humano. Llamémosle un metahumano, porque el perrucho va más allá de ser cualquier ser humano. Aclaro que no estoy haciendo teorías ridículas como la memorable raza cósmica de Vasconcelos, no se trata de ser mejor, se trata de ir más allá de las particularidades del reino animal, lo cual no es mejor ni peor a ser humano, simplemente es "otro asunto".


Hay veces en que como humanos racionalizamos nuestra vida sexual y la hacemos llamar “la vil atracción animal”, refiriéndonos en ese caso no a la necesidad básica que tiene el reino animal de reproducirse, sino al irresistible deseo del cuerpo ajeno. En realidad los animales no desean, simplemente aparece en cierto momento del año una etapa de reproducción, en la cual, dependiendo la especie, el macho o la hembra cortejan al de la parte contraria. El animal cortejado suele elegir, de un grupo de cortejantes, al más fuerte (todo esto a base de su instinto). Esos actos carecen de sentimentalismos y apegos especiales, simplemente ocurren de la forma más simple que puede haber: se cortejan, reproducen y despiden. La vida sigue su curso. En ese esquema básico reside la comparación que hace el humano para poder decir que un encuentro sexual es “vil atracción animal”.

¿Pero entonces qué es la atracción humana?
No intento definir amor como atracción humana, sino me refiero a algo muy lejano al amor, pero que a la vez es paralelo. La atracción animal suele parecerme demasiado básica. Lo que diferencia al hombre del resto de los animales es su capacidad de razonar, pero también la capacidad que tiene para sentir. La sensibilidad, la percepción, la razón y lo universal. Hablar de “vil atracción animal” es hablar banalmente de particularidades. El hombre, por estar sujeto a la razón, tiene la imposibilidad de resumirse en una particularidad, como lo es la reproducción animal. Quien resume su vida sexual en particularidades se convierte automáticamente en un animal, y no lo digo como algo malo, pero ¿realmente tiene sentido permitirse solamente una forma de satisfacción? Creo que ahí es donde debemos entender la atracción humana, cuando más allá del cuerpo deseamos lo que hay dentro de él. Más allá de la caja toráxica, más allá de la superficie craneal. A lo que ningún filósofo, científico o psicólogo (no considero a estos últimos científicos) podría llegar. ¿Qué es? Eso no lo puedo decir, cada uno de nosotros, los humanos, entramos en un universo en el cual la centésima parte de la milésima parte de nuestro ser es particular. Hay que llegar a ello, el perrucho debe ir más allá de la “vil atracción animal”, para poder entenderse como un humano, o mejor aún, como un perrucho (lo cual es como ser metahumano). En ello reside el arte de ser perrucho, la idea no es coleccionar parejas, sino entrar, explorar y conocer cada una de estas partes que diferencian a estas parejas, por llamarles de alguna manera.

martes, 11 de enero de 2011

Control de calidad perrucha.

Para empezar debo de aclarle que esta no es una ley perrucha, es una simple sugerencia que hará su perrucheada más amena y satisfactoria.
El perrucho de preferencia no debe de bajar los estándares de sus conquistas; debe de mantener la "calidad" de estas e inclusive, de preferencia subirle de nivel.
Cuando es simple coquetería esto no importa tanto. Pero cuando se trata de una conquista más seria, en la que el perrucho busca mínimo sacarle unos besos y/o caricias a su conquista le aseguro que le conviene seguir este consejo.
¿A qué se debe esta recomendación? A que usted como perrucho no debe de conformarse con menos de lo que es o de lo que ha conseguido en el pasado. Y no me refiero a una simple cuestión física sino también a un aspecto intelectual. Aparte de no deber conformarse, dudo que usted quiera que los demás lo perciban como desesperado "que le avienta a todo lo que se mueve", porque eso seguramente hará sus conquistas más díficiles, o no querrá que sus conquistas pasadas lo tachen de loco por conseguirse una mujer tan garra o un hombre íncreiblemente incómodo a la vista. Esto incluso puede que los motive a buscarlo, y eso es algo que quiere evitar a toda costa.
Así que si usted es (o quiere ser) un perrucho, y un perrucho exigente no dude en seguir este consejo.

lunes, 10 de enero de 2011

Abandonar porque es preciso

Es de ley para los perruchos abandonar a alguien porque le es preciso. Si no ¿cómo planean seguir siendo perruchos? ¿Quedándose con las mismas conquistas de siempre? ¡Pues no!



Se me hizo facil
borrar de mi memoria
a esa mujer a quien
yo amaba tanto
se me hizo facil
arrancar de mi ese llanto
ahora la olvido
cada dia mas y mas .

La abandone
poque me fue preciso
asi abandono
la mujer que a mi me ofenda
voy a buscar
un amor que me comprenda
la otra la olvido
cada dia mas y mas.



(No sé porque no se pudo poner el video, soy fan de los Tres Ases, así de plano)

domingo, 9 de enero de 2011

¿Qué te lleva a ser perrucho?

El ser perrucho puede llegar a suceder de diversas formas. Pero cabe destacar que no cualquiera puede ser perrucho, se necesita tener ciertas cualidades y habilidades para serlo. Incluso eso no es suficiente, ya que no solo se deben de tener esas habilidades, sino también desarrollarlas y explotarlas al máximo.
Las formas más eminentes de "volverse" perrucho, aunque mejor dicho, de desarrollar correctamente este arte son: la perruchez hereditaria y la sobre-exposición a algún perrucho.
La perruchez por sobre-exposición es un caso curioso. A veces el sujeto suele tener su gen perrucho dormido o bajo control. Pero cuando por algún motivo empieza a tener contacto con otro perrucho, tiende a desarrollar consciente o inconscientemente su perruchez. A este fenómeno me gusta llamarle EL DESPERTAR DEL PERRUCHO. El perrucho dormido comienza a desarrollar sus habilidades gracias al contacto con su compañero perrucho; que le aporta nuevas tácticas, consejos, ejemplos y lo motiva a vivir plenamente su perruchez.
El caso de perruchez hereditaria es el más peligroso sin duda alguna. Ya que no solamente se heredan habilidades del padre o familiar perrucho, sino que comúnmente se tiene una sobre-exposición al perrucho desde muy temprana edad.
El ser perrucho también puede suceder por supervivencia, por necesidad e inclusive por imitación.
En definitiva ser perrucho no es fácil y no cualquiera puede lograrlo. Cada perrucho tiene su forma de perruchear, de manifestar su perruchez y su propia perspectiva en cuanto al tema. Tal vez en algún momento lo expongamos, pero por hoy esto será todo.
A toda mujer embarazada (de encargo, con pan en el horno, preñada, esperando a la cigüeña o como quiera decirlo.) CUIDADO: usted puede estar gestando a un perrucho, y de ser así este preparada para ayudarlo a ser un maestro en su arte.

Para evitar (a toda costa) el sufrimiento del perrucho

Bueno... para empezar, ¿qué es el sufrimiento del perrucho? Según la definición en SUBLIME FUNCIÓN MONSTRUO:

Sufrimiento del perrucho: ¿Nunca le ha ocurrido que cuando sólo quiere un amor fugaz y ocasional la contraparte se enamora de verdad? Esto es lo que se conoce como el sufrimiento del perrucho. Un sujeto A le perruchea a un sujeto B, el sujeto B se enamora y piensa que el sujeto A es el amor de su vida, y si no eso aunque sea piensa que es especial. El sujeto A está consciente de que no lo es, sabe que el sujeto B era un desfogue, sólo eso, una perrucheada más en su vida, pero el sujeto B insiste en conservar el amor del sujeto A, el cual por cierto nunca tuvo. El sujeto A, o sea, el perrucho, sufre porque no puede quitarse de encima al sujeto B, ni con las palabras más directas que puede llegar a usar el perrucho: "no te quiero", "no me gustas" o "ya déjame en paz". Eso es el sufrimiento del perrucho.

Ahora, para evitar este padecimiento:


  • Jamás intente restablecer contacto con el sujeto B. ¡JAMÁS!
  • Si su teléfono es estúpido y suele marcar inintencionalmente números de sujetos B, elimine a los sujetos B de su lista de contactos. Esto debe ser prioritario.
  • Restablecer contacto implica comentarios apropiados vía facebook y retweets (o cualquier contacto en redes sociales o vía correo electrónico).
  • No responda mensajes, por favor.

Si llega a dar señales de vida ante el sujeto B, éste no dejará de pensar que usted quiere, de alguna manera, que él sepa de su existencia. El sujeto B suele ser un poco lento de procesos mentales, por lo cual traducirá estas acciones en un "aún te amo beibi". Lo cual no es cierto (y en algunos casos nunca lo fue).